El croquis del ingeniero
Llevamos varias semanas haciendo trabajos de todo tipo, con toma de datos en campo ya sea para valoraciones, informes judiciales, modificación del catastro, o simples mediciones, y para ello nos hemos apoyado tanto en el uso de la estación total como del GPS, y por supuesto con el permiso de los caprichosos satélites.
Con tanta diversidad de ambientes (urbano, agrícola, forestal), hemos tomado estos días muchos puntos, centenares de ellos, y claro, ¿cómo se interpreta tanta información?, la respuesta es fácil, CON UN CROQUIS. Hasta aquí todo es sencillo, el problema es hacerlo y después entenderlo. No voy a negar que en más de una ocasión he tenido algún que otro inconveniente, pero en general, y aunque parezca imposible, declaro que soy capaz de leer y asimilar mis propias anotaciones sin caer en errores fatales.
Una vez me dijo un compañero que trabaja en la administración, que sería muy conveniente que en la universidad dieran un curso sobre como atender al ciudadano y/o al cliente. Estoy de acuerdo, pero dentro de esa materia singular de adaptación a la realidad, también incluiría el capítulo de cómo hacer un croquis legible y entendible. Parece una tontería, pero garantizo que no lo es.