La carrasca de Parcent
Con motivo de una inspección ocular para la certificación descriptiva de obra tradicional agrícola consolidada, esta semana he visitado el bonito y agradable pueblo de Parcent. Siempre me gusta ir por allí, me trae buenos recuerdos de montaña, paellas con los amigos, etc.
Conocía la Font la Foia, pero era la primera vez que visitaba la Font de la Rompuda. Con las lluvias caídas estos días, la escorrentía superficial por caminos y barrancos era algo extraordinario, pero si debo destacar algo de mi visita, no tengo ninguna duda, fue el magnífico ejemplar de carrasca valenciana que me encontré aguas abajo de dicha fuente.
Una carrasca noble, vieja y orgullosa, que apoya su pie cerca de un margen, y por tanto limitada por insuficiencia de suelo. Pero que porte más elegante, que forma de extender su vuelo, una auténtica belleza que supera ampliamente el metro de diámetro normal, y que busca prolongarse en el tiempo al extender sus raíces. Incluso unos pequeños hongos se posan sobre su sistema radicular más superficial, como si fuera una advertencia del inevitable paso del tiempo.
Reconozco que esta entrada es excesivamente romántica, pero que más da, se debe a las sensaciones que me ha generado ese majestuoso ejemplar arbóreo. Espero que perdure muchos más años, y que otros muchos también la admiren. Cuando vuelva a Parcent volveré a visitarla.